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De esa Constitución española que tanto nos mencionan cuando les interesa los policastros, sus partidos y por supuesto los gobernantes, para defender, ellos y por la via penal, exigir y acatar su cumplimiento, por descontado siempre de acuerdo con su interpretación torticera e interesada, y por supuesto en contra de la razón y la justicia, de todas y todos aquellos, los que somos los únicos soberanos de la nación, es decir de todos aquellos, que se citan en la carta Magna, como a seres humanos, motivo por el cual, no pueden obviarnos, a todas y todos, los que juridicamente, políticamente y constitucionalmente, somos y formamos parte de el pueblo español.
Yo por supuesto, y por ello, entiendo que no puede ser a otros, que no fueren, todas y todos aquellos a los que legitimamente, les debería corresponder, tal como se indica y refleja, en la Constitución española, en la que se cita, y nos dice sin cortapisa alguna, que es un derecho inherente de todas y todos, los ciudadanos españoles, a tener una vivienda, digna, donde poder residir de una manera honesta, y sin la agresión administrativa de cualquier tipo de ley, que no entienda, proclame y defienda todos los derechos humanos de los ciudadanos españoles.
Y supuestamente, sin por ello tener ninguna importancia, el hecho de si son jovenes, o no, ni tampoco se menciona en la misma objección alguna, en lo referente a el color de su piel, ni por supuesto tampoco la práctica de cualquier religión.
El olvido, así como el mal uso de este derecho, debería de ser entendido he interpretado como un crimen de “Lesa Humanidad” y por supuesto, debería de ser repudiado y apartado de cualquier tipo de eufemismo referente a la legalidad actual, que es una manera suave, de querer justifcar una injusticia inaceptable, exijamos el cumplimiento absoluto de la legitimidad, que nos señala la Carta Magna española.
Gonçal Bayó i Canut
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