LAS OPINIONES DE RAMÓN COTARELO.
LA DESOBEDIENCIA ES REPÚBLICA
jueves, 19 de julio de 2018
Aquí mi artículo de elMón.cat de ayer, titulado Tres niveles de “normalidad”, justo cuando también ayer mismo se producía el incidente del Parlament en el que JxCat y ERC escenificaron un enfrentamiento a propósito de la substitución de los diputados suspendidos por Llarena, incluido Puigdemont, cosa que este no acepta, pues no está procesado por rebelión ni se encuentra en la cárcel. El enfrentamiento llevó a una suspensión sine die del pleno. Una crisis entre las fuerzas independentistas como las que suelen darse entre socios que, teniendo un objetivo estratégico común, discrepan de los medios tácticos. Pero en esta ocasión el choque es más virulento y tiene más visibilidad porque se produce cuando se acaba de lanzar la plataforma de Crida Nacional per la República (a la que, por cierto, se ha sumado Palinuro) que tiene la ambición de convertirse en un movimiento atrapalotodo republicano, que no es un partido político y que promete disolverse una vez esté realizada la República Catalana.
Lo sucedido ayer es una demostración sobrevenida de lo que se dice en el artículo. Los tres niveles de “normalidad” de que se habla en él son: a) el más bajo, el nivel de la autonomía raspada y bajo amenaza permanente de intervención del Estado vía 155 o como le dé la gana; b) el nivel intermedio o “nivel político”, el de las relaciones entre los partidos, los juegos institucionales dentro del marco de la legalidad del Estado español, que es lo que se escenificó en el Parlament; c) el nivel nacional o de desobediencia y ruptura, que es el que traerá aparejada una decidida actitud de desobediencia que lleve a unas elecciones anticipadas para consolidar la República.
El texto en castellano:
Tres niveles de “normalidad”